26 ago 2014

Hace 13 años tuve que decirte adiós y te juro que no me acostumbro a estar sin tí.

Abuelo, otro año más que pasa y tu no estás aquí, no sabes la falta que nos haces, que me haces ... son ya 13 años que no estás aquí, trece años que cierro los ojos y espero verte ahí, y es que no me acostumbro a no verte, no me resigno a estar sin ti. Aun recuerdo el perfume cuando me abrazabas y el olor en tu habitación. Hay tanto que me falto decir, todo lo que me falto por hacer, nunca te dije lo mucho que te quería, era pequeña y no pensaba que mi abuelo pudiera faltarme algún día, ahora ya estoy echa a la idea de que algún día tenías que irte, pero sigo sin estar acostumbrada a que te hayas ido, y ya pueden pasar mil años que tu ausencia me seguirá doliendo... Sé que si tu estuvieras aquí muchas cosas no serían como son ahora, estoy segura ..
Es increíble que en vez de hablar contigo por teléfono, te escriba por aquí. Y aún más, que tú no vayas a leerlo nunca, ni te vayas a enterar de que te lo he escrito. Que ya llevo trece años sin ti, y es que no hay día que no me acuerde tu cara, de tus ojos… Cada vez que veo esa foto que nos hizo mamá, de cuando era yo pequeñita, me entran muchísimas ganas de llorar. Cada vez que pienso en que ya no estás, no puedo contener las lágrimas.No sabes lo feliz que me hacías, con tan solo sonreír. Y es que tu alegría me daba la vida.Te juro que si cuando te fuiste supiera que no volvería ha abrazarte nunca no te habría soltado jamás. Ahora, se me hace raro saber que eres un recuerdo. Te haría gracia saber que hablo de ti muchísimo. Podrías volver, y contarme cómo estás ahí arriba, porque sé que tienes el cielo ganado, porque no hay nadie que se lo merezca más que tú. Y sé que, estés donde estés, estarás bien. Y que vaya donde vaya, serás mi ángel de la guarda. Te echo mucho de menos. Y mamá igual, y la abuela por supuesto, y los tíos, y las primas, y todos tus vecinos, y todo el mundo. También te diría que no se seas egoísta, y que des media vuelta, que quiero volver a verte, pero es que ya es demasiado tarde. Solo hazme un hueco ahí arriba, porque yo iré encantada, sabiendo que ahí estás tú. Así que espérame. Aún no sé como le dices adiós a una persona que no puedes dejar ir. a una persona que no quieres perder que se separa y simplemente que se quede junto a ti . Gracias a él he aprendido a contemplar las estrellas, a admirar la estrella del Norte, y a darme cuenta de que no todo está aquí, y que hay que mirar más allá de lo que vemos y lo que nos sucede en el momento. Un pedacito de mí quisiera lanzar un abrazo hacia al cielo, ahí donde nadie alcanza. Presiento que estás oculto entre las nubes riendo, riendo mucho, porque allá arriba no se puede estar mas que divino. Y sé, que esté en donde esté, día o noche, frío o lluvia, independientemente de mi mata de pelo o mi sonrisa idiotizada, me cuidas. En parte, porque lo necesito. Y en otra porque te gusta ser quien me empuja en las casualidades. Esas tan locas de la vida. Y me empujas hacia ellas, y abro los ojos y quedo boca abierta, sean pequeñas o grandes, lo has vuelto a hacer… vuelves a sorprenderme... ¿Alguien tiene el numero para llamar al cielo? Tengo algunos asuntos que resolver en ese lugar, quiero saber si allí está él, porque eso espero.Quiero decirle las cosas que han pasado desde que se decidió mudar. Quiero llamar para contarle las cosas que cuando estuvo aquí, no pude decirle. Quiero decirle “Abuelo ven que te extrañamos sin parar”.
Te quiero muchísimo, abuelo.

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